AMLO mandó limpiar la silla presidencial por “estar embrujada”
AMLO señaló que Emiliano Zapata consideraba que la silla presidencial estaba embrujada y era la culpable de la desgracia de los mexicanos, por lo que pidió limpiarla.
En el marco del centenario luctuoso del ex presidente de México, Venustiano Carranza, el actual presidente Andrés Manuel López Obrador confesó que al inicio de su administración mandó limpiar la silla presidencial debido a que el extinto general Emiliano Zapata Salazar, decía que esa silla “estaba embrujada”.
Este jueves, durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, AMLO conmemoró el aniversario luctuoso de Venustiano Carranza, quien fuera asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla. “Es un personaje muy importante, destacadísimo en el proceso histórico de nuestro país”, dijo.
Ante posible embrujo, AMLO pidió limpiar la silla presidencial
Fue así que presentó la icónica fotografía de Agustín Víctor Cassola, en la que se observa a Carranza sentado en la silla presidencial y a su lado Emiliano Zapata “El Caudillo del Sur”, quien se rehusó a sentarse en la silla por que señalaba que estaba embrujada. Este embrujo fue descrito por el general Martín Luis Guzmán en su libro “El águila y la serpiente”, que relata las memorias del periodista, quien acompañó a las tropas de Francisco Villa.
“Al triunfo de la revolución, y como suele pasar en los movimientos de transformación, hay diferencias, tan es así que Villa y Zapata llegan aquí a la Ciudad de México, están en el Palacio, en el despacho presidencial, es la foto en la que están sentados. Villa en la silla presidencial y Zapata no se quiso sentar en ella porque sostuvo que estaba embrujada.
“Yo no sé si estaba embrujada o no, pero de todas maneras, antes de que yo llegara, la mandé a limpiar”, declaró.
La icónica foto de Zapata y Villa en la silla presidencial
La fotografía fue tomada el 6 de diciembre de 1914 y muestra el momento en que Emiliano Zapata, Francisco Villa y otros revolucionarios entran victoriosos a Palacio Nacional, posteriormente Villa toma asiento en la silla presidencial, símbolo del poder político de Porfirio Díaz.
Fueron tomadas dos fotografías, en una se ven posando para la cámara, mientras que en la otra se ve a los caudillos principales conversar. Cuenta la historia que Villa había insistido en que fuera Zapata quien ocupara la silla presidencial, pero el Caudillo del Sur se negó rotundamente, pues creía la silla había sido la culpable de la desgracia de los mexicanos, al punto que intentó destruirla.
La historia dice que el hermano de Zapata, buscó la silla presidencial para quemarla, y romper la maldición sobre la vida política de México, pero no la pudo encontrar, ya que inicialmente creía que se trataba de una silla de montar. Por su parte, Zapata creía que cualquiera que se sentase en ella se convertiría en una mala persona.