Red Bull y Mercedes, acrecientan su rivalidad
Ciudad De México.- Con una vuelta bastó para poner en el límite a todos los protagonistas de un atípico Gran Premio de Gran Bretaña, que por supuesto será recordado.
Los protagonistas, los de siempre, los pilotos que han peleado por ser el uno y el dos de una temporada que ha completado diez Fechas, con la de ayer, en Silverstone.
Max Verstappen, ondeando a Red Bull Racing, y Lewis Hamilton, siempre devoto a Mercedes, los acaparadores de una campaña fuera de serie, le anotaron un capítulo distinto a su rivalidad.
Vuelta uno, el comienzo de todo, porque ésta fue suficiente para que la rivalidad tome ahora tintes más rigurosos.
Y es que ambos, desde la mismísima largada, sin miramientos, mostraron un plan más bien muy agresivo.
Hamilton tocó la llanta trasera derecha del auto del Mad Max, y ello provocó que ésta se desprendiera, pero que además el monoplaza se despistara, luego del trompo.
Fuerte impacto de Verstappen en el muro de advertencia, término su carrera. Un suspiro duró su participación, aunque en el aspecto positivo, pudo salir por su propio pie luego de la colisión.
Enseguida la polémica se apoderó del escenario, pero también la zozobra.
Todas las unidades, tras la pausa, se fueron a pits, a la espera de las indicaciones, y en esa misma parada, los directivos del circuito tenían que dictarle sentencia al de casa.
Diez segundos de penalización para Lewis, los cuales cumplió en su parada a boxes, pero un castigo que en nada empantanó las ganas de salir victorioso en su país, porque en los últimos giros pudo pasar sobre Charles Leclerc, de Ferrari, quien ya para el cierre de la carrera no pudo mantener un liderato que parecía suyo.
Hamilton ganó el evento por octava ocasión en su andar en la Fórmula 1, y le siguieron Leclerc y Valtteri Bottas, su compañero en Mercedes, quien completó el podio.
“El castigo no nos ayuda, y no hace justicia a la peligrosa jugada que Lewis hizo en la pista”, dijo Verstappen.