Corea del Norte detiene a tres empleados tras fallido lanzamiento de destructor naval
🔸 El incidente representa un duro golpe para la imagen de Kim Jong Un, quien busca consolidar el poderío marítimo del régimen frente a las presiones internacionales.
#INTERNACIONAL | Las autoridades norcoreanas arrestaron a tres empleados clave del Astillero Chongjin luego de que un nuevo destructor de 5.000 toneladas sufriera un accidente durante su ceremonia de botadura, informaron el domingo medios estatales. El líder del país, Kim Jong Un, calificó el incidente como resultado de “negligencia criminal”.
El suceso ocurrió el miércoles en el puerto nororiental de Chongjin, cuando una cuna de transporte en la popa del buque se desprendió antes de tiempo. Las imágenes satelitales tomadas tras el accidente muestran al enorme navío volcado parcialmente, cubierto por lonas azules, con partes visiblemente sumergidas en el agua.
Se trata del segundo destructor conocido de Corea del Norte, presentado con pompa apenas semanas después del lanzamiento del primero, en medio de los esfuerzos del régimen por modernizar sus fuerzas navales y contrarrestar lo que Kim describe como crecientes amenazas militares de Estados Unidos y sus aliados.
Los detenidos son el ingeniero jefe del proyecto, el jefe del taller de construcción del casco y el subdirector administrativo del astillero. Además, el gerente del astillero, Hong Kil Ho, ha sido citado para interrogatorio, según la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).
Kim culpó directamente a los funcionarios militares, científicos y operarios del astillero, señalando que el accidente fue un “acto criminal causado por absoluto descuido, irresponsabilidad y empirismo no científico”. La Comisión Militar Central respaldó estas acusaciones y prometió que los responsables enfrentarán consecuencias.
A pesar de que las autoridades norcoreanas han negado que el buque haya sufrido daños estructurales significativos, asegurando que solo se rayó el lado de estribor y que hubo filtraciones menores en la popa, analistas internacionales dudan de esta versión. Expertos indican que los daños parecen ser mucho más severos de lo que el régimen admite, y estiman que las reparaciones tomarán más de los 10 días anunciados oficialmente.
El fallido lanzamiento no solo representa un revés técnico, sino también una pérdida simbólica para la propaganda del régimen, que intenta proyectar fuerza militar en un contexto de creciente aislamiento internacional.