18 personas murieron y 200 personas siguen desaparecidas en el norte de India
Himalaya.- Al menos 18 personas murieron y 200 personas siguen desaparecidas en el norte de India, tras rotura el domingo de un glaciar del Himalaya, que provocó la crecida repentina de un río, informaron las autoridades
Unos 200 socorristas reanudaron las tareas de rescate el lunes al amanecer, declaró a la AFP un portavoz de la policía de la frontera indotibetana (ITBP).
Al menos 200 personas están desaparecidas y 18 cadáveres ya han sido recuperados, declaró a la prensa el primer ministro del estado de Uttarakhand, Trivendra Singh Rawat.
El jefe de la policía local, Ashok Kumar, habló el domingo de 200 desaparecidos solo en las dos centrales eléctricas ubicadas en la represa de Richiganga. Algunos obreros quedaron bloqueados en dos túneles obstruidos por el torrente de agua, barro y piedras que desató la ruptura del glaciar.
Doce personas fueron socorridas el domingo en un túnel, y al menos 25 seguían atrapadas en otro túnel, dijo a la AFP Piyoosh Rautela, responsable de la ayuda del Estado a las víctimas de las catástrofes.
Dificultades técnicas frenaban las operaciones de rescate en el túnel, pero 90 metros ya fueron despejados y son accesibles, dijo Vivek Kumar Pandey, un responsable local.
“Al parecer todavía hay que limpiar de escombros unos 100 metros más”, agregó.
Como una película
“Estábamos trabajando en el túnel, a 300 metros de la salida. De repente, escuchamos silbidos y gritos pidiéndonos que saliéramos”, dijo a la AFP Rajesh Kumar, un sobreviviente de 28 años.
“Vislumbrábamos la salida, cuando el agua irrumpió. Era como en una película de Hollywood. Creímos que no lo lograríamos”, explicó, aliviado.
El torrente de agua arrasó el valle del río Dhauliganga, destruyendo todo lo que encontraba a su paso como carreteras y puentes, según imágenes tomadas por habitantes aterrorizados.
“Había una nube de polvo cuando pasó el agua. La tierra temblaba como durante un sismo”, declaró Om Agarwal, un lugareño, a la televisión india.
El río Dhauliganga es un afluente del Ganges, cuyas aguas son sagradas para los hindúes.
En un primer momento, las autoridades declararon que la represa fue arrasada por la crecida provocada por la caída de una parte del glaciar que se desprendió de una pared de la montaña.
Ahora evocan un posible fenómeno de vaciado brutal de un lago glaciar (GLOF, según las siglas en inglés).
“Esta tragedia era imprevisible”, declaró Trivendra Singh Rawat.
“Si el incidente hubiera ocurrido por la tarde, después del horario laboral, cuando los obreros y trabajadores de las obras y los alrededores ya estaban en sus hogares, la situación no sería tan grave”, agregó.
Los pueblos en las montañas que rodean el río fueron evacuados y las autoridades aseguraron que el mayor peligro de inundación ya pasó.
Un “siniestro recuerdo”
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, envió el domingo el pésame a las familias de las víctimas y a todo el país.
“Naciones Unidas está dispuesta a contribuir a los esfuerzos de socorro y asistencia en curso si fuera necesario”, agregó.
Un poco antes, el primer ministro Narendra Modi aseguró que estaba muy pendiente de las operaciones de socorro. “India está al lado de los habitantes de Uttarakhand y la nación reza por la seguridad de todos en esta región”, escribió en Twitter.
Los 14 glaciares que dominan el río en el parque nacional de Nanda Devi son objeto de estudios científicos debido al cambio climático y la deforestación que aumenta los riesgos de desprendimiento.
La fundición de un cuarto del hielo del Himalaya que se ha observado en los últimos cuatro décadas es imputable al aumento de las temperaturas.
En 2013, enormes inundaciones debidas a las lluvias monzónicas mataron a 6.000 personas en el estado, lo que hizo que se hicieran llamados para revisar los proyectos de desarrollo en Uttarakhand, en particular en las zonas aisladas como esta de la represa de Rishi Ganga.
Para Vimlendhu Jha, fundador de Swechha, una ONG de defensa del medioambiente, este desastre es un “recuerdo siniestro” de los efectos del cambio climático y del “desarrollo incoherente de carreteras, vías férreas y centrales eléctricas en las zonas ecológicamente frágiles”.
“Los militantes y los habitantes no han parado de oponerse a los grandes proyectos en el valle del río”, recordó.